Por: Rafael Gutierrez
22-03-2020
La devastadora crisis que ha generado el COVID-19 en el mundo, ha traído un tiempo de cambio para la humanidad, partiendo por las reflexiones que permitan reconocer que hemos fallado y que necesitamos arrepentirnos, perdonar y pedir perdón para lograr un nuevo comienzo, corrigiendo los errores del pasado. Un nuevo comienzo que nos permita la convivencia armoniosa y pacífica entre los pueblos con bienestar social general, en todos los niveles de la humanidad.
Ha llegado el tiempo del jubileo, cuyos principios encontramos en la Biblia libro de Levítico capítulo 25; que nos habla de cómo cuidar la producción y la tierra, restitución de las propiedades y condonación de las deudas entre otras enseñanzas.
Ha llegado el tiempo del jubileo, del arrepentimiento, del perdón y del reordenamiento del mundo en todos sus niveles, para que haya paz y convivencia con sentido más humano, amando a nuestro prójimo; cuidando la vida y disfrutando de la creación; manteniendo el medio ambiente Sano y Saludable.
Para empezar a tratar los temas del reordenamiento en el mundo desde mi perspectiva, hoy voy a iniciar la primera parte con el sector de la economía. En el campo de la economía, eje central para el desarrollo y el bienestar social general, es necesario establecer su reordenamiento a nivel mundial.
Debemos empezar por los organismos internacionales que rigen el sector financiero del mundo como son, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), sus gobernadores, y los países con mayor influencia en sus políticas económicas para la financiación de los países, según los consensos de Breton y de Washington. Estos organismos y sus directivas, deben empezar por demostrar su verdadera decisión de ayuda, con medidas como la condonación de deudas y sus intereses.
De otra parte, deben reevaluar sus estrategias especulativas del financiamiento que le otorgan a los países. El capital, no puede continuar con sus políticas especulativas que buscan a toda costa su beneficio y el crecimiento de sus fortunas, obligando a los países a obtener ingresos provenientes de los ciudadanos, a través de Reformas Tributarias, Privatizaciones, etc. que han llevado a los países a entregar gran parte de su patrimonio; pero, sin lograr el desarrollo que les permita su auto-sostenibilidad, pues los recursos obtenidos se destinan principalmente al sostenimiento de la deuda externa especulativa, siendo el endeudamiento un círculo vicioso que ha llevado como en el caso de Colombia, a que en los últimos catorce años, se hayan hecho veinte (20) Reformas Tributarias.
Los empréstitos no deben ser empréstitos sino inversiones productivas y no especulativas, para lograr el desarrollo estable de los países. Las inversiones deben hacerse en empresas viables proyecto país, previamente acordado para que genere beneficios, y estos se distribuirán entre las partes (Inversionistas y País). Así, se evitará que los países derrochen los recursos por desvíos corruptos y que tengan que servir la deuda sin haber logrado el objetivo de los préstamos.
Esta estrategia económica idealista y rudimentaria,pero práctica y justa, logrará a través del control de las partes, el desarrollo continuo y estable de los países, superando las afugias por el sostenimiento de la deuda por los préstamos de capital especulativo.
MEDIDAS TRANSITORIAS URGENTES.
Para evitar que la crisis económica que ha generado el COVID-19 sea más dramática, es necesario que los gobiernos adopten medidas que atenúen de alguna manera la escasez económica de las familias que se han visto obligadas a dejar de trabajar por el aislamiento. Estas medidas durante la crisis, deben comprender la cesación de pago de Hipotecas, Arriendo, Impuestos, Servicios Públicos, Créditos, Atención Medica, etc. Como ya lo ha iniciado el Presidente Trump en Estados Unidos y otros países como en el Salvador para dar un ejemplo. Es la única manera en que se va evitar una mayor crisis y conflictos sociales que se vislumbran por la situación que estamos atravesando.