CHINA LLEGO Y SE ESTA APODERANDO DEL MUNDO.

Por: Rafael Gutierrez

04-13-2020

Como consecuencia del COVID-19, el mundo está padeciendo escasez de los productos básicos y esenciales para atender la emergencia. Ventiladores para la respiración artificial, los kits de prueba para el diagnóstico, máscaras, guantes, ropa médica, termómetros, y otros insumos, no se encuentran en el mercado y han agravado la situación de una manera alarmante que nunca se previó. En la actualidad, productos como las máscaras, los guantes y los termómetros para poner un ejemplo, están totalmente agotados y en el evento de llegar a encontrar uno de estos elementos, que antes se conseguían a precio de dólar o menos, hoy tienen un costo entre 30 y 50 dólares. La razón de esta escasez obedece a que en su mayoría son fabricados en el país Chino y no tiene capacidad para satisfacer la demanda que hay en el mundo.

Apartándonos del tema del COVID-19 que se ha convertido en la tercera guerra mundial y el enemigo común a vencer de manera prioritaria y solidaria por el mundo; me voy a remitir a los cuestionamientos sobre por qué el mundo, hoy está dependiendo del proveedor Chino, que se ha convertido en términos prácticos en un monopolio y oligopolio.

La principal causa tiene sus inicios en el llamado Consenso de Washington de 1989, liderado por los EE.UU. Que incluyo en su agenda temas como: La Liberación del Comercio, Liberación de la Inversión Extranjera Directa y La Privatización, entre otros, que dieron lugar al modelo económico que se conoce como la globalización de la economía.

Para la liberación del comercio, se creó la Organización Mundial del Comercio (OMC) que reemplaza el GATT Acuerdo General de Aranceles y Comercio que había sido establecido en 1948.

Como parte del acuerdo de adhesión de China a la OMC, Estados Unidos le debía conceder primero el estatus de NMF permanente. La Ley de Comercio de EE.UU. de 1974 tiene restricciones y el Congreso necesitaba aprobar una nueva legislación. Esta legislación llevó la batalla entre el comercio y los derechos humanos en toda la sociedad estadounidense a un nivel completamente nuevo.

En mayo de 2000, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley con una votación de 237-197, dando a China una relación comercial permanente de Nación Menos Favorecida (NMF). Cuatro meses después, el Senado aprobó el proyecto de ley con una votación de 83 a 15. En octubre del mismo año, el entonces presidente Clinton firmó la “Ley de Relaciones Estados Unidos-China de 2000”. En 2001, China se convirtió oficialmente en miembro de la OMC iniciando la apertura de mercados desde y para el mundo.

En octubre de 2018, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo al repasar la historia de las relaciones entre Estados Unidos y China: “Después de la caída de la Unión Soviética, asumimos que una China libre era inevitable. Con gran optimismo a principios del siglo XXI, Estados Unidos aceptó dar a Beijing acceso abierto a nuestra economía, y trajimos a China a la Organización Mundial del Comercio. Las administraciones anteriores tomaron esta decisión con la esperanza de que la libertad en China se ampliaría en todas sus formas –no solo económica, sino también políticamente, con un renovado respeto por los principios liberales clásicos, la propiedad privada, la libertad personal y la libertad religiosa– toda la familia de los derechos humanos. Pero esa esperanza no se cumplió”.

Con la política económica de la Globalización de la Economía, se dio origen a muchos de los problemas que hoy en día tiene a muchos países sometidos al capitalismo salvaje, al monopolio y a la especulación, sin haberse logrado el anunciado desarrollo de los países, que se profeso desde Washington como fórmula para superar y no repetir la crisis económica que se vivió en la década de los 80 y buscar que los países menos desarrollados, erradicaran la pobreza y tuvieran un crecimiento sostenido, lo cual se veía muy atractivo. Los resultados han sido negativos como lo vamos a ver a continuación.

El mayor desarrollo ha sido para los capitalistas que ahora son más ricos, mientras que los países llamados subdesarrollados no han superado la pobreza y se encuentran atados a las políticas del FMI y el BM, además de China que como acreedor y proveedor ha asumido una posición dominante en el mundo.

La crisis que está viviendo el mundo por el COVID-19, que lo ha llevado a depender de china de la provisión de los insumos médicos, kits de prueba, ventiladores, máscaras, guantes, y otros elementos médicos necesarios para la atención de los contagiados, como ya se dijo; es además importante, resaltar que una de las causas de la escasez, obedece a la carencia de producción al interior de los países.

Estados Unidos el más importante y líder en el mundo, habiendo dicho en su momento el Presidente Trump, que era el país mejor preparado para afrontar la pandemia; hoy, tiene el mayor número de contagiados y de muertes en el mundo, 584.073 y 24.485 respectivamente, no contó oportunamente ni tiene los kits de prueba, ventiladores, insumos médicos suficientes, etc. que hubieran permitido por una parte, detectar oportunamente a los contagiados y por otra, atenderlos en los CCI , dentro de las medidas preventivas que exigía y que exige la gravedad de la pandemia para evitar estos resultados tan dramáticos y tan lamentables.

Estados Unidos, sigue dependiendo de la provisión de los insumos médicos que vienen de china para continuar atendiendo a los contagiados detectados hasta ahora, y los que seguramente continuarán apareciendo por el rigor del virus, hasta que se obtenga la vacuna contra el covid-19.

En un balance crítico objetivo, que sirva por lo menos para reflexionar hacia el futuro, debemos empezar por establecer que existe una cadena de responsables que por diversas razones, han llevado de manera directa unos y de manera indirecta otros, a la situación que hoy vivimos por la dependencia de la proveeduría china, teniendo como premisa el determinismo que predica: las cosas no suceden, porque suceden, sino porque tienen que suceder.

Para el tema en desarrollo, el génesis es la globalización de la economía, generada en el Consenso de Washington; la cadena sigue con los gobernantes de cada país por sus políticas de desarrollo económico equivocadas como la privatización; sus ministros de hacienda y equipos de negociadores que entregaron a los países a imposiciones en los tratados internacionales de comercio dentro de la OMC. La cadena continúa y llegamos quizás al eslabón más importante y determinante en lo que respecta a la proveeduría china.

El sector empresarial de todos los países motivados por su afán codicioso, prefirieron trasladar sus procesos productivos o fabriles y poner la producción en la mano de obra china, trasladando sus procesos industriales a ese país, provocando desempleo en sus países y transfiriendo tecnología, conocimiento y experiencia a los chinos, convirtiéndolos en la fábrica del mundo. China con su posición dominante, ha adquirido la característica de monopolio y oligopolio que hoy estamos sufriendo como se observa por el drama de covid-19, sin ser esta la única situación como veremos más adelante.

Estas estrategias, además de generar desempleo al interior de los países, perder el “Good Will” y las demás ventajas de ser productores de materias primas que no produce china, y otras consecuencias que se derivan de esta deslocalización de los centros productivos; entregaron el mercado a los productos chinos que aprovechando los bajos costos y con sus prácticas desleales de comercio como el dumping, la sub facturación, la triangulación, el contrabando, etc. sin descontar que su régimen de gobierno comunista, impone salarios de hambre;  eliminaron muchas industrias, entre ellas las del sector de las confecciones, el calzado, y otras más, que no pudieron competir con los precios de los productos chinos que invadieron el mercado.

En la OMC, aparecen un cumulo de demandas contra las prácticas desleales de comercio que ha ejercido china, pero la situación continua y china sigue empoderándose de los mercados y obteniendo las grandes fortunas que provienen de este comercio, que lo han convertido en una potencia económica que sigue creciendo y apoderándose no solo de los mercados sino de otros sectores económicos de las naciones, como consecuencia de su poder económico y de sus estrategias geopolíticas en la carrera para convertirse en el siglo XXI en imperio, como lo vemos a continuación:.

La deuda de Estados Unidos con China es de 1 mil 59 billones de dólares, a partir de febrero de 2017. Eso es 27.8% de los 3.8 billones de dólares en letras del Tesoro, notas y bonos en poder de países extranjeros. Además, según American Enterprise Institute las inversiones en corporaciones hasta Junio de 2017 sumaban 52.630 millones de dólares.

El endeudamiento de América Latina con china al 2017 es de Mil Ciento Setenta y Seis mil Cuatrocientos Setenta y un Millón de Dólares (US 1.176.471) repartido como sigue:

PAIS % PIB VR. MILES DE MILLONESUS$

Argentina 77.4% 261.483

Brasil 77.2% 648.996

Costa Rica 52.5% 28.644

El Salvador 49. % 16.309

Uruguay 49. % 43.191

Colombia 49. % 126.249

Honduras 46. % 8,638

Ecuador 44. % 42.961

En materia de inversionistas, China se ha convertido en el primer inversionista en América Latina en todos los sectores empezando por la infraestructura de los países y en todos los sectores de la economía, siguiendo su carrera geopolítica siendo el imperio económico del sigo XXI al cual los países están hipotecando su futuro. El avance es arrollador y el liderazgo que en el pasado se le atribuía a Estados Unidos, lo ha perdido, habiendo sido sustituido por China.

De esta manera, China ha logrado garantizar su permanencia en diferentes sectores desde su perspectiva geopolítica. Las condiciones de estos endeudamientos no son lo más favorable para Latinoamérica y por el contrario, son de riesgo pues están comprometiendo recursos presentes y futuros, reduciendo las posibilidades de inversión en el gasto público. Muchos de estos endeudamientos están atados a exportación futura de materias primas, con lo cual los países están hipotecando su futuro como lo alertan los estudiosos del tema.

Hasta acá, podemos concluir varias cosas: Empecemos por decir que El modelo Económico de la Globalización, no resultó como se calculó por el consenso de Washington. El más importante impulsor del proyecto, quien lideraba al mundo económico y político, perdió su liderazgo y ha sido sistemáticamente desplazado por el gran beneficiado que es China, con su posicionamiento como imperio económico y por sus estrategias geopolíticas.

Estados Unidos cayó en la red capitalista, irónicamente por un país con gobierno comunista. En 2019 Estados Unidos registró un déficit en su Balanza comercial de 824.280 millones de euros, un 4,31% de su PIB, superior al registrado en 2018, que fue de 804.605,5 millones de euros, el 4,62% del PIB.

El déficit de la balanza comercial d los EE.UU. al importar más de lo que exporta, y la deuda publica más grande de su historia que se encuentra en manos de extranjeros, muestra a China como el principal acreedor como se indicó anteriormente.

Un factor importante de mencionar, que incide en el déficit comercial y en el endeudamiento público, tiene que ver con el desplazamiento a China de centros productivos que se encontraban en EE.UU. transfiriendo la tecnología que antes eran fuente de sus exportaciones. Es decir, se perdió productividad tecnología y experiencia que era propia, para reemplazarla por la importación de China que tiene el mercado cautivo. El mercado más importante del mundo quedo dependiendo de la proveeduría china; siendo un alto riesgo como el que estamos viviendo con los insumos médicos para atender la pandemia del covid-19.

Es evidente que el número de muertos por el virus, ha sido muy superior que si se hubiera contado con estos insumos oportunamente. La Escasez continua, pues la demanda se incrementa potencialmente según vaya creciendo el número de contagiados.

Los otros perdedores, han sido los países con menos desarrollo y para los cuales se enfocó principalmente el nuevo modelo económico de la globalización para evitar crisis económicas como la presentada en los años 80, lograr un mejor desarrollo, salir de la pobreza, reducir la deuda externa y tener un crecimiento continuo, al obtener los niveles de competitividad que el modelo les brindaba y que no resulto.

El resultado es que ahora, estos países son más pobres pues entregaron gran parte de su patrimonio a los inversionistas extranjeros vía privatización que se adueñaron de los sistemas de generación de energía, la salud, la educación, los servicios públicos, los fondos de pensiones etc. Además, los países, perdieron fuentes de empleo con el desplazamiento de procesos productivos a China; industrias como la de confecciones y el calzado en el caso colombiano y otros más, fueron eliminadas por la competencia desleal proveniente de China.

Ahora, estos países, no solamente están endeudados con el FMI Y el BM, sino también con China como se mostró en el cuadro de endeudamiento con dicho país. La situación será más gravosa, en la medida que los pagos se venzan y no haya los recursos para cubrirlos, ni soporten más reformas tributarias.

Pero la gravedad es mayor. La actividad económica en América Latina y el Caribe según el FMI se reducirá un 5,2 % este año por el impacto de la pandemia del coronavirus. Según algunos expertos optimistas, pronostican una recuperación del 3.4% para el 2021, pero otros menos optimistas, creen que la recuperación tardara por lo menos cinco años. Si nos vamos por los moderados, la recuperación demorara entre dos y tres años. Lo imperante es la incertidumbre.

Aquí está la gran prueba que tienen las potencias económicas del mundo como el FMI, el BM, CHINA y otros países, para demostrar si en verdad tienen voluntad de ayudar a los países afectados, empezando por revaluar el modelo económico de globalización de la economía.

De otra parte, es preciso decir desde ya, que si se quiere evitar la 4ª guerra mundial pues la tercera la estamos viviendo con el covid-19 enemigo común a vencer; se requiere un Jubileo y venga el perdón de las deudas de estos países, condonando el monto de dicha deuda , para liberar de esta carga y los países puedan emprender su recuperación y el desarrollo de sus economías, aprendiendo de los errores del pasado, de las experiencias vividas y re direccionando los proyectos país como políticas de estado a largo plazo y no seguir en el error cortoplacista de los gobiernos.

Es necesario pues, que el mundo tenga un reordenamiento cuyo principal fundamento debe ser el bienestar social general, siendo más humanos, donde todos los sectores disfruten de las riquezas de cada país, dejando la avaricia y la codicia por el dinero, teniendo en cuenta que lo principal es la vida y la salud como ha quedado demostrado en la crisis derivada del covid-19 que estamos viviendo. Que tengamos en cuenta que hasta ahora no se han construido ataúdes con caja fuerte incluida.

l “Dios Salve al Mundo.”

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